Qué es la vigorexia y cómo se puede prevenir

1. Qué es la vigorexia

2. Cómo se clasifica esta adicción

3. Cómo son las personas vigoréxicas

4. Cuál es el tratamiento para la vigorexia

5. Prevención de la vigorexia

En la sociedad actual, el culto al cuerpo y los ideales de belleza perfectos han provocado la proliferación de trastornos relacionados con la imagen corporal, tanto en conductas alimentarias como en la obsesión por el entrenamiento físico. Esta inquietud puede conducir a la persona a llevar la conducta del ejercicio a límites insospechados, hasta convertirse en una obsesión y desarrollar así una enfermedad. En este artículo, explicamos qué es la vigorexia, cómo son las personas vigoréxicas, cuál es su tratamiento y cómo se puede prevenir.

A pesar de los múltiples beneficios físicos y emocionales que aporta el deporte a nuestra salud, entre los que destacamos la prevención de numerosas patologías, también existe una amplia evidencia de cómo el ejercicio practicado de manera compulsiva o excesiva se puede convertir en una conducta adictiva, con serios riesgos para la salud.

Qué es la vigorexia

Si crees que el deporte se está convirtiendo en una obsesión o conoces a alguien que entrena demasiado, seguro que te interesa descubrir qué es la vigorexia. Pues bien, esta enfermedad hace referencia a un trastorno psicológico que se caracteriza por una obsesión patológica cuyo objetivo es alcanzar un cuerpo musculoso y atlético. También conocida como dismorfia muscular o complejo de Adonis. Quien la padece tiene una percepción distorsionada de su propia imagen corporal, como ocurre con los trastornos de la conducta alimentaria.

Los vigoréxicos se sienten insatisfechos con su musculatura, nunca es suficiente, pese a su progreso visible para su entorno. Por regla general, las personas que padecen esta enfermedad dedican mucho tiempo a actividades de entrenamiento físico acompañadas de dietas restrictivas para alcanzar su objetivo: un físico que consideran perfecto.

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Cómo se clasifica esta adicción

Bajo el término “adicción al ejercicio” o dependencia del ejercicio podemos encontrar:

Adicción primaria

La adicción primaria al ejercicio, que no está catalogada como un trastorno mental como tal, pero sí como una condición en la que la persona se involucra en un entrenamiento excesivo, convirtiéndose en una conducta adictiva. Algunas de las características correspondientes a un comportamiento adictivo son la dependencia, la falta de control interno y efectos negativos sobre la salud, al igual que otras adicciones descritas como la adicción al tabaco o al alcohol.

Adicción secundaria

La adicción al ejercicio es catalogada como secundaria (muy común en el contexto de los trastornos de la conducta alimentaria) cuando su práctica se utiliza de forma excesiva o compulsiva. En estos casos, el deporte realizado de forma excesiva actúa como síntoma mantenedor del trastorno alimentario.

Adicción al ejercicio

La adicción al ejercicio físico, a pesar de tratarse de un trastorno conocido desde hace décadas, aún no se contempla en el DSM-5. En cualquier caso, nos referimos a aquellas personas en las que practicar entrenamiento de musculación se convierte en una obligación o se realiza en exceso, olvidando la función placentera o de disfrute como práctica saludable. Como consecuencia, la conducta implica riesgos para la salud y tiene un componente adictivo.

Cómo son las personas vigoréxicas

Como otros trastornos sobre la propia imagen corporal, las personas que padecen vigorexia presentan algunos signos de alarma. Algunos de estos signos son:

• Excesiva preocupación por su musculatura. Las personas con vigorexia dedican un tiempo desproporcionado a entrenar con el fin de desarrollar y aumentar su musculatura.

• Alteración en la percepción de la imagen corporal. Las personas vigoréxicas consideran que no están suficientemente musculadas, incluso después de haber logrado aumentar el volumen de sus músculos. Además, les preocupa ser débiles.

• Ansiedad y/o depresión. La preocupación y la obsesión por lograr sus estándares de belleza les ocasiona ansiedad y/o depresión si no ven cumplidos sus objetivos.

• Evita conductas sociales. La preocupación por alcanzar el nivel de musculatura deseado, conlleva dejar de realizar actividades sociales y, por consiguiente, sufrir aislamiento social.

• Consumo indebido de suplementos y esteroides para estimular el desarrollo muscular.

• Una frecuencia e intensidad muy elevadas en la práctica del ejercicio que perjudica el estado de salud o lo compromete. Por lo tanto, demuestran tendencia a no respetar los días de descanso físico.

• Conductas de sobre-entrenamiento o sobreesfuerzo, por ejemplo: doblar entrenos o practicar varias sesiones en un mismo día.

• Conductas de riesgo para la salud como realizar entrenos contraindicados por presencia de lesiones o enfermedades esporádicas.

• Aparición de pensamientos compulsivos para practicar ejercicio continuamente.

• El ejercicio se convierte en el principal centro de la vida de la persona, o bien su vida diaria empieza a organizarse o girar en torno a esta práctica.

• Síntomas físicos y, sobre todo, psicológicos y emocionales en situaciones de privación o incapacidad de ejercicio (conocido como síndrome de abstinencia).

Cuál es el tratamiento para la vigorexia

Tras conocer qué es la vigorexia y cuáles son las características de las personas que la padecen, es importante conocer cuál es el tratamiento para poder recuperarse al 100%. Esto incluye abordar la enfermedad desde varios enfoques:

• Terapia psicológica. Con el fin de superar los pensamientos distorsionados de la imagen corporal y conseguir tener una imagen más realista, es necesario abordarlo desde una terapia cognitivo-conductual y de apoyo.

• Asesoramiento sobre hábitos alimentarios y de deporte con un experto en la materia.

• Control médico en el caso de haber consumido sustancias peligrosas, como los esteroides, para supervisar los efectos secundarios y favorecer la desintoxicación.

• Apoyo social para integrarse en actividades sociales y reducir el aislamiento provocado por la obsesión por el deporte.

Prevención de la vigorexia

Tan importante es conocer qué es la vigorexia como saber cómo prevenirla, aunque esto a veces no resulte tan sencillo. Pero, en la medida de lo posible, se debe a:

• Enseñar a tener una autoimagen positiva desde una edad temprana, así como la conciencia de practicar deporte como un estilo de vida saludable, pero de forma equilibrada.

• Fomentar la comunicación con el objetivo de poder expresar las inquietudes sobre la imagen corporal y otros problemas.

• Buscar ejemplos de figuras públicas que sean ejemplos de vida saludable, es decir, que promueva un equilibrio entre salud y apariencia física.

Saber qué es la vigorexia es primordial para poder prevenirla y tratarla como es debido. Por tanto, la adicción al ejercicio precisa un abordaje basado en una intervención psicoterapéutica. Además, en el tratamiento resulta fundamental que la persona pueda tomar consciencia de los efectos adversos que la práctica de deporte excesiva le está provocando en todos los aspectos de su vida, y de cómo disminuyen su calidad. 

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